Explorando la Psicología Sistémica

Aprender a soltar

El arte de soltar es una habilidad fundamental en nuestro camino de crecimiento y evolución personal.

En mi experiencia acompañando a personas y organizaciones en procesos de transformación, he observado cómo el apego a ciertas creencias, patrones o relaciones puede mantener estancadas energías vitales. 

El arte de soltar, cuando se practica con conciencia y amor, tiene el poder de transformar no solo nuestras vidas individuales, sino también nuestros sistemas familiares y organizacionales, creando ondas de sanación que se extienden más allá de lo que podemos imaginar.

Dentro de mi práctica profesional, he observado algunos principios clave para aprender a soltar:

  • Reconocer lo que es: El primer paso es aceptar la realidad tal como es, sin resistencia. Esto libera la emoción atrapada en el querer que las cosas sean diferentes.
  • Honrar el pasado: Agradecer lo vivido, incluso las experiencias dolorosas, nos permite integrarlas y avanzar con mayor ligereza.
  • Confiar en el proceso: La vida tiene su propio ritmo y sabiduría. Soltar el control excesivo nos permite fluir con mayor naturalidad.
  • Cultivar la presencia: Estar plenamente en el aquí y ahora nos ayuda a soltar preocupaciones sobre el futuro o lamentos del pasado.
  • Practicar el desapego amoroso: Podemos amar y cuidar sin apegarnos. El desapego nos permite relacionarnos desde un lugar más libre y auténtico.
  • Respetar los órdenes del amor: Reconocer nuestro lugar en el sistema familiar y organizacional nos ayuda a soltar roles o cargas que no nos corresponden.
  • Permitir el movimiento: La vida es cambio constante. Soltar implica fluir con estos movimientos en lugar de resistirlos.
  • Cultivar la gratitud: Agradecer lo que tenemos y lo que soltamos nos ayuda a mantener una actitud abierta y receptiva.
  • Confiar en la abundancia: Soltar desde la escasez genera miedo. Confiar en que hay suficiente para todos nos permite soltar con mayor facilidad.
  • Practicar el autocuidado: Soltar requiere coraje y valor. Cuidarnos a nosotros mismos nos da la fuerza necesaria para atravesar este proceso.

Es importante recordar que soltar es un proceso, no un evento puntual. Requiere práctica, paciencia y compasión hacia nosotros mismos. En mi trabajo con clientes, a menudo utilizo ejercicios experienciales y visualizaciones para facilitar este proceso de soltar.

Una práctica simple pero poderosa es imaginar que sostenemos en nuestras manos aquello que necesitamos soltar. Luego, con gratitud y amor, abrimos las manos y lo dejamos ir, confiando en que al hacerlo creamos espacio para nuevas posibilidades.

Durante las intervenciones que realizo busco de ofrecer un espacio seguro para explorar estos movimientos de soltar a un nivel más profundo, respetando siempre el ritmo y los límites de las personas con las que trabajo. Al representar nuestros sistemas, podemos ver con claridad dónde estamos aferrados y qué movimientos liberadores son posibles.

En última instancia, aprender a soltar es un acto de amor y confianza en la vida. Nos permite honrar el pasado, estar plenamente presentes en el ahora y abrirnos con curiosidad al futuro. Es un camino de libertad interior que nos permite vivir con mayor plenitud y autenticidad.

Miguel Martín

Miguel Martín

Fundador y Director de Formaser

Llevo 20 años acompañando a personas y organizaciones en procesos de transformación y empoderamiento. He trabajado en estrecha relación con proyectos ligados al desarrollo social. Como director de Formaser, mi propósito es ayudar a construir espacios sostenibles de bienestar en el campo profesional.

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