La Investigación es esencial en la práctica profesional.
Dedico tiempo a reflexionar y a construir la información resultante de mi ejercicio profesional. Menos de la que me gustaría, ya que la investigación es una de mis auténticas pasiones.
Sin embargo, el campo de la formación me da ese espacio. Es de todos los servicios que tengo a disposición, aquel que me ofrece la posibilidad de construir antes de actuar.
El campo de la intervención
El campo de la intervención requiere de mí que esté completamente abierto a la experiencia. Que mis sentidos estén enfocados en todo el conjunto de variables que se van manifestando a la vez que los clientes se van mostrando.
Como señala Jodorowski, es una danza con la realidad que requiere la máxima presencia disponible y que exige un nivel de flexibilidad y de firmeza importantes.
La Psicología del Trauma
He tenido la oportunidad de profundizar en la psicología del trauma. Y con ello no quiero decir que el trauma le pertenezca a la psicología, sino que el término psicología me ayuda a definir que el estudio del trauma lo realizo mirando de comprender cómo el trauma se relaciona con la mente humana.
Dentro de la investigación que realicé, estuve estudiando cómo este fenómeno se relacionaba en el conjunto de clientes con los que he trabajado a lo largo de estos 20 años.
Y es cierto que el tiempo es relativo, porque un profesional puede trabajar mucho tiempo, pero dependiendo de la frecuencia que trabaje este fenómeno de tiempo es una variable de peso o no.
En mi caso, llevo trabajando en una frecuencia muy alta de clientes. Puedo decir hoy en día que tengo una masa de ejercicio profesional consistente que me permite generar conclusiones sólidas.
La práctica profesional y el campo teórico
A la vez que rescataba información de lo acontecido en el campo de la intervención, miré de pivotar esta información con información teórica existente, a fin de compactar la información para poderla ofrecer a profesionales de manera clara, concisa y aplicable.
Y me encontré con un conjunto de premisas que consideré necesarias exponer para aproximar a profesionales al trabajo hacia el trauma.
Estas premisas surgieron como contrapeso al ritmo social, que busca insaciablemente respuestas y soluciones rápidas ante todo aquello que se presenta como dificultad. Quizás respuesta al consumismo presente en esta sociedad.
¿Qué es el Trauma?
Un trauma es una interferencia que se sitúa en el comportamiento de la persona y que afecta consciente o inconscientemente en la relación de la persona con su realidad.
Como dice Thomas Hübl, el trauma es una reacción corporal residual (originaria de un pasado) que afecta a mi ahora (al presente actual) dentro del comportamiento que se establece en el contacto con la realidad.
A la vez, si hubo una herida grave en la historia, aunque no sea tan visible en el presente actual, no significa que esto no tenga un impacto en la totalidad. Por tanto, la epigenética ha conseguido demostrar que el entorno también tiene influencia en el comportamiento humano.
¿Cómo situarse en relación al Trauma?
Para abordar esta complejidad es necesario situarse en este trabajo con profunda humildad y respeto, sabiendo que es entrar en un lugar de extrema amplitud.
Por eso, miro de darle un concepto al trauma de sumo respeto y de alejarme de todas aquellas disciplinas que buscan aproximaciones rápidas y resultadistas. A mi juicio, temerarias.
Es similar al trabajo de cirugía, requiere atender multiplicidad de variables con mucha precisión. Una de ellas, el tempo. Es determinante generar la habilidad de gestionar este fenómeno. Y el ritmo social y las soluciones rápidas tienen un movimiento diferente.
Muchas intenciones positivas para “sanar” traumas hacen que –sin querer– los problemas empeoren.
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