Explorando la Psicología Sistémica

El orden en los equipos

Los equipos están formados por personas. Cada una con su particularidad. Si situamos a personas en relación y las agrupamos hacia un objetivo común, conformamos un grupo de trabajo.

Para hacer funcionar un grupo necesitamos establecer lugares y funciones. Estos lugares y funciones han de estar relacionados entre sí mediante procedimientos. Es el engranaje que permite pasar de grupo a equipo de trabajo. 

¿Qué ocurre en los equipos para que no funcionen?

Aunque suene polémico, un equipo no es un sistema de personas. Es un sistema de funciones. No comparte el mismo objetivo que en la familia, que es que el propio sistema familiar perdure en el tiempo. El objetivo de un equipo es el propósito colectivo: lograr los objetivos. 

Desde mi perspectiva sistémica podemos separar la persona de la función profesional. Y podemos estudiar la relación que los profesionales establecen con sus funciones. Necesitamos que los profesionales se pongan al servicio de las funciones y no al revés. 

Si imaginamos un equipo en el que los intereses personales prevalezcan por delante de los funcionales, el propósito del equipo difícilmente alcanzará su objetivo. Y, generalmente, la dinámica relacional acabará friccionando. 

Es cierto que las funciones profesionales interpelan a los profesionales que se hacen cargo. Por ello, es importante generar en los equipos planes de desarrollo. Sin ellos, los profesionales difícilmente podrán asumir sus funciones profesionales en su totalidad.

Por otro lado, si las funciones están interferidas por los asuntos personales de los profesionales, las dinámicas comunicacionales van a conflictuar. Más se hablará de los conflictos resultantes de personalidades que de tareas a realizar. 

En ningún momento estoy abogando por deshumanizar los equipos, estoy apostando por situar a los profesionales en orden hacia las funciones y no al revés. Cuando el engranaje circula, un equipo puede alcanzar su potencial y, por ende, los profesionales llegan a alcanzar mejores versiones de sí mismos. 

Toda una autorrealización colectiva. 

Miguel Martín

Miguel Martín

Fundador y Director de Formaser

Llevo 20 años acompañando a personas y organizaciones en procesos de transformación y empoderamiento. He trabajado en estrecha relación con proyectos ligados al desarrollo social. Como director de Formaser, mi propósito es ayudar a construir espacios sostenibles de bienestar en el campo profesional.

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